El mareo es una sensación subjetiva de inestabilidad y malestar general, pero sin pérdida de la consciencia. Mientras que el vértigo es un subtipo de mareo que provoca una falsa percepción por la cual una persona cree que los objetos que la rodean o ella misma están sometidos a un movimiento de rotación u oscilación.
El vértigo suele ser debido a una afectación en el laberinto del oído interno o en sus conexiones que ocasiona una incorrecta llegada de la señal al sistema nervioso central. Puede ser:
- Periférico: afectación del nervio vestibular o del laberinto. Puede ser a causa de la bajada de carbonato cálcico en el canal vestibular, inflamación del par craneal VIII o hipertensión del tubo endolinfático.
- Central: afectación de los núcleos vestibulares y sus conexiones. Puede ser a causa de un infarto, hemorragia, tumores y enfermedades desmielizantes.
El vértigo se acompaña de: nistagmus (movimientos rápidos del ojo), trastornos del equilibrio y trastornos de la marcha.
Las manifestaciones clínicas del mareo coinciden con las del presíncope. Sin embargo, las manifestaciones clínicas del vértigo cambian según el tipo:
- Periférico: duración breve, nistagmus horizontal, inestabilidad unidireccional, marcha incómoda pero posible y dificultad auditiva.
- Central: duración prolongada, nistagmus bidireccional, inestabilidad generalizada, incapacidad para la marcha y alteraciones troncoencefálicas.
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