El derrame pleural puede ser asintomático, en estos casos, se realiza una toracocentesis:
- Si vemos líquido claro y translúcido, es trasudado.
- Si vemos líquido purulento, es empiema (proceso infeccioso muy grave).
- Si es sangre revela causas traumáticas.
- Si es líquido turbio, medio denso y blanco (como lechoso) es de origen linfático.
Normalmente los síntomas que presenta un derrame pleural son los de la causa desencadenante (inflamación pleural, trastorno de la mecánica pulmonar o alteración intercambio gaseoso). Los más característicos son: dolor, tos seca y disnea.
La exploración física se realiza mediante auscultación, percusión, palpación e inspección. De no encontrar la causa existen pruebas complementarias como: Rx de tórax, ecografía torácica o toracocentesis.
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